Ahora vamos pelando y cortando las patatas en cachelos. Ponemos una cacerola al fuego con agua, y cuando empiece a hervir añadimos las patatas troceadas con pizca de sal. Dejamos cocer 12 minutos.
Mientras tanto vamos preparando la salsa brava, para ello ponemos en una sartén un chorrito de aceite de oliva, el ajo picado, la cebolla picada, el pimiento rojo picado y una pizca de sal. Y rehogamos hasta que la cebolla se vuelva transparente.
Cuando la cebolla esté pochada añadimos la salsa de tomate frito, la guindilla (o el picante que prefiramos), el pimentón y salpimentamos al gusto. Lo dejamos cocinar a fuego medio 3 minutos. Y trituramos todo con ayuda de una batidora de mano.
En este punto escurrimos bien las patatas, y preparamos una sartén con abundante aceite a fuego alto. Freímos las patatas semicocidas a fuego alto para que se doren un poco y se terminen de cocinar. Unos 5 minutos.
Sacamos las patatas y las dejamos escurrir en papel absorbente, para que chupe el exceso de aceite. Y servimos en una bandeja o plato grande.
Ahora incorporamos las dos salsas, una a cada lado, en un lado la salsa brava y en el otro el alioli. ¡Y a comer!
Notas
Podemos terminar de emplatar espolvoreando perejil picado por encima.